Espera, espera tantito...
Pocos somos ajenos a ese sentimiento deliciosamente perturbador que invade y toma control de todo el cuerpo, a ese extraño placer de una descarga de adrenalina que acelera el pulso y pone la piel de gallina al que disfruta de una siniestra historia de terror. Lo prohibido, lo grotesco, lo malo y lo aborrecible nos atraen y nos seducen. Los recovecos más lúgubres de la mente humana nos resultan fascinantes. Porque en el fondo, todos tenemos un lado oscuro, al igual que los protagonistas sórdidos de estos cuentos. Atrévete a leerlos y pon a prueba tu valentía, a sabiendas de que el mal nos asecha donde menos lo esperamos.