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ISBN 978-607-99565-0-9

La virgen de Guadalupe y el amor misericordioso de Dios

Autor:Chávez Sánchez, Rómulo Eduardo
Editorial:Ave Fénix Medios
Materia:Tratamiento histórico. geográfico. de personas en la religión
Público objetivo:General
Publicado:2021-11-23
Número de edición:1
Número de páginas:120
Tamaño:31x31cm.
Precio:$280
Encuadernación:Tapa blanda o rústica
Soporte:Impreso
Idioma:Español

Reseña

Para acercarnos al Acontecimiento Guadalupano, ha sido necesario profundizar en las diversas investigaciones que se han dado por siglos; asimismo, buscar en bibliotecas y archivos de varias partes del mundo; analizar comentarios y estudios que han profundizado desde diversos ángulos de este Acontecimiento; especialmente, desde lo que se ha llamado la: Fuente Primigenia, que se compone de tres pilares: 1) La Tradición Oral que inicia con san Juan Diego Cuauhtlatoatzin y los primeros testigos de este Evento; 2) La Imagen Misma, como una verdadera carta o códice de amor; 3) Los signos de los tiempos, ya que es muy importante el tiempo en la historia.

En este contexto se puede entender mejor, como una consecuencia, que ante el Acontecimiento Guadalupano, los primeros misioneros guardaran un prudente silencio; ya que se encontraban ante el fenómeno de una Aparición de una Virgen Madre en el lugar donde se veneraba la madre de los dioses: Coatlicue Tonantzin, antigua deidad azteca que tenía su templo precisamente en el Tepeyac; sin embargo, alguno de estos primeros misioneros, como fray Bernardino de Sahagún, no pudo callar ante algo, que para él, era definitivamente una “invención satánica, para paliar la idolatría”.

Fray Gerónimo de Mendieta siguió describiendo en el capítulo 11 al que tituló: De la consideración que se debe tener cerca de este desastrado acaecimiento y de otros semejantes, si han acontecido o acontecieren en Indias, el fraile decía: “Bien sé que esta materia no puede ser a todos acepta ni agradable, y en parte por esta causa, si posible fuera, no la quisiera tocar; mas porque no puedo dejar de tropezar a cada paso en ella, por ser negocio tan trillado en las Indias, y el que totalmente ha impedido la conservación y salvación de infinidad de gentes que en poco tiempo, por este respecto, se han consumido.”

Juan Diego regresó al cerrillo, al mismo punto en donde se le había aparecido la Madre de Dios “y en cuanto la vio, ante Ella se postró, se arrojó por tierra, le dijo: «Patroncita, Señora, Reina, Hija mía la más pequeña, mi Muchachita, ya fui a donde me mandaste a cumplir tu venerable aliento, tu venerable palabra; aunque difícilmente entré a donde es el lugar del gobernante sacerdote, lo vi, ante él expuse tu venerable aliento, tu venerable palabra, como me lo mandaste

fray Toribio Motolinia, además de indicarnos que la gran labor de los franciscanos había dado como resultado cierta cantidad de bautizos a indígenas, no pudo negar que en los primeros años los indios permanecían reacios a convertirse al catolicismo: “Anduvieron –declaraba el misionero– los mexicanos cinco años muy fríos”.

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