Reseña

Luego de 71 años de un sistema de partido hegemónico y de un
presidencialismo autoritario, la movilización social se expresó,
voto y dio la oportunidad de gobernar a otro partido. Doce años de
gobiernos panistas fueron su�icientes para derrotar moralmente a
la sociedad.
El PRI regresó al poder presidencial por el desencanto de
dos sexenios panistas y lo hizo con una estrategia electoral que
sorprendió a todos: un candidato que se convirtió en un fenómeno
en campaña; ganó todo, fue empático con los jóvenes y las mujeres,
que lo veían como un artista, como una �igura del espectáculo.
Él hizo realidad la profecía de la vidente de Atlacomulco:
Y serás presidente.
Pero las elecciones funcionaron bien para los políticos y mal
para los ciudadanos y sus familias que han tenido que padecer
niveles aterradores de violencia, inseguridad e impunidad mayores
que los registrados durante décadas del viejo sistema político. El
PAN y el PRI se apropiaron del Poder Ejecutivo y, en sus excesos,
derrumbaron al régimen.