El estambre mágico del señor Pug
El señor Pug supo que sería un día malo desde que despertó, y lo confirmó cuando su hada lo dejó solo para ir a un concurso de belleza. Pronto se aburre y se pone a tejer con el estambre mágico y las agujas que le dejó el hada. Se hace un par de calcetines, un gorrito, una bufanda; le pone una cubierta a la silla, a su taza y hasta cubre la casa, pero alguien llegará a arruinar su tejido.