Reseña

En 1993, a la edad de 68 años, Ernesto
Cardenal plasmó en Telescopio en la no
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che oscura una experiencia interior que
comenzó en 1956, año en que el aún jo
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ven nicaragüense padeció una convulsión
espiritual tan profunda que lo condujo a
olvidarse de sus amores humanos para en
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tregarse al Amor divino. En esta investiga
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ción, el autor desentraña los símbolos de
la noche y de la nada en los 92 poemas
breves que conforman ese poemario de
un intenso lirismo. Pero Jiménez Serrano
va más allá al indagar en toda la poesía
cardenaliana la noche como leitmotiv, me
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táfora de la noche mística del contempla
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tivo de Solentiname. A este indicio meta
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fórico se suma el telescopio, símbolo con
el que el poeta acentúa el estado anímico
de su alma ante la aparente ausencia del
Amado en su vida. Todavía más: en el poe
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mario también aparece la nada como sím
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bolo del auténtico Dios sin imagen.
Este discurso anagógico del poeta
afianza la posibilidad de una poesía místi
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ca en Hispanoamérica. Y este libro es deci
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sivo en el estudio de la experiencia mística
en la poesía cardenaliana