Teporaca, el Hachero
Con este libro, con esta modesta novela, he querido rendir homenaje a una de los grupos indígenas más nobles que aún conservan la pureza de su sangre: la irrepetible raza tarahumara.
Teporaca es para mí el símbolo de la rebeldía, el símbolo de la lucha, el símbolo de la protesta. La esclavitud que le impuso la Conquista a sus hermanos, fue el último grito de rebelión, la última antorcha, el último Hachón donde se cifró la esperanza tarahumara de volver a tener en el cuenco de sus manos la libertad del viento, la luz de la esperanza, el brillo de una vida sin opresiones, explotaciones y sangre. Teporaca es –sin lugar a dudas– “el Cuauhtémoc de los tarahumaras”. Es por eso que he querido novelar su vida, su hombría y su valor indómito.