Anna y Hans
No se sabe a ciencia cierta el número de niños que fueron tratados por Hans Asperger. Algunos insisten en que fue cómplice de los nazis, otros aseguran que se robó el crédito por algo que ya había sido descubierto. Lo que está aquí escrito es la historia rescatada de Anna Knapp, única paciente del género femenino de Hans Asperger, quien creía que el trastorno que supuestamente descubrió no podía presentarse en las niñas. La poesía de Karen Villeda logra desmitificar la diversidad psicológica, la enfermedad y su relación con el lenguaje, el género y la historia.