Vida electoral y búsqueda democrática
En el estado de Aguascalientes las primeras dos décadas del siglo XXI se caracterizaron por un proceso políticamente intenso que tenía como meta consolidar la vida democrática. En el arranque del año 2000 ya había en el horizonte indicadores claros de una transición política y evidencias de una alternancia partidista en desarrollo. Fue un proceso que ocurrió tanto en el ámbito federal como en el subnacional, mostrando con ello que se abría un dinamismo electoral inminente que se activó casi en todas sus modalidades, incluyendo algo más que la llamada democracia mínima. Se iniciaba un cambio estructural en la forma de elegir autoridades, y la construcción de una ciudadanía que paulatinamente se empoderaba de la mano de un arbitraje que, paulatinamente, dejaba atrás la imagen de desconfianza, al tiempo que profesionalizaba normas, responsables y procedimientos. No hay duda de ese cambio, en todo caso quedaba pendiente si los avances habían llegado para quedarse, o si podrían surgir retrocesos en la nueva realidad.