Sitiar
Sitiar, ensayo fotográfico de Miguel Ángel Cid, es una entrega en la que a simple vista no ocurre sino el paso del tiempo, pero hay mucho más. La serie fue realizada durante el recorrido que el autor hace de su carro a su centro de trabajo, es una escena cotidiana, rutinaria, incluso monótona, sin embargo, hay ciertas alteraciones, la primera de ellas es que no se trata de un ciclo de principio a fin sino que el mismo autor confiesa que había días que no le gustaban y decidía no hacer la foto, la hora de la toma también es distinta, pero todo se enmarca dentro de una rutina, la de atravesar el puente hacia el trabajo y dejar un testimonio de ese trance. “Sé siempre igual, fiel a tu espejo diario…” diría Velarde y pareciera que Cid hace gala del verso y nos demuestra que a fuerza de repetir la toma, se descubre la belleza, la nostalgia, la limpidez del día, la renovación del ánimo o el decaimiento ante una rutina que termina por cercarnos. El ejercicio del fotógrafo se convierte entonces en una manera de detenerse y respirar, tomarse un instante del día y del paisaje para sí. Nosotros mismos como espectadores podemos encontrar este momento de consuelo al recorrer las páginas.