La invasión
La Invasión es una rama de romero poderosa: extrae de nuestras sombras emociones profundas, que, aunque personales, atañen a nuestra especie; improntas que son heridas de la locura humana: la violencia en todos sus frentes y sus manifestaciones particulares en mi cuerpo, en tu cuerpo. Pero también, como un aliento que arrulla, la experiencia de la fe: la contemplación de esa orquesta maravillosa y pasmosa, sin nombre ni rostro, abismal, que nos engendra, nos cobija y nos destruye en las llamas de una impulso que, por nombrar lo indecible, llamamos amor.
Héctor Jaramillo