Sergio Galindo
Sergio [Galindo] fue uno de los pocos escritores que tratados personalmente después de leídos me han parecido semejantes a su escritura: sencillo, delgado, a la vez distendido y tenso, con una secreta veta oscura en la caballerosa cordialidad de la mirada y de la voz. […] Me parece que tenía una especie de lirismo implícito, lo que he llamado la música callada de una escritura, que puede encontrarse en autores tan secos o directos como Stendhal o Baroja y tal vez consista, no sólo en la veloz anotación de paisajes, ambientes, personajes, a veces únicamente referidos, sino en un modo de rimar, enlazarse, contraponerse, armonizarse y combinarse las situaciones, los actos, los diálogos, ciertos detalles circunstanciales, y aun meros gestos aislados o recurrentes.
José de la Colina